EL
ESTILO GALLAGHER
“Photo-Finish” (Chrysalis 1170 –
Dist. Phonogram)
Ya
era hora. Empezábamos a preocuparnos seriamente: desde diciembre de 1976, fecha
de lanzamiento de "Calling Card", no habíamos tenido noticias de las
grabaciones del gran bluesman irlandés Gallagher. Por fin regresa con este
"Photo-Finish", un álbum brutal, repleto de boogie frenético que te
bombardea en la cara con sus nueve temas de altísimo calibre.
Muchos
fanáticos han criticado a Rory por no renovarse y por ser "sin
sorpresas" (Sie). Amigos de Gallagher y del blues en general, ¡a reír a
carcajadas! Si bien es cierto que desde su salida de Taste en 1970 y el
lanzamiento de "Rory Gallagher", ha logrado mantener un estilo
propio, cercano en espíritu al clima de la música de doce compases, sería
descaradamente falso afirmar que su inspiración se ha mantenido constante:
"Deuce" es diferente de "Against the Grain". Porque, a
pesar de sus detractores, este tipo sabe componer y no es el simple virtuoso
que nos gustaría presentar. También tiene un agudo sentido de las melodías y la
capacidad de combinar los tempos más contradictorios. Hay un estilo Gallagher.
Un sonido primero: ritmo preciso de bombo, entrecortado pero flexible, que se
pierde en el aire de la nada; el pie del bombo se pega a la piel de la guitarra
de cuatro cuerdas, de ahí este efecto percusivo; el guardabarros de Rory, sus
largos solos llenos de arabescos y armónicos; y esa voz áspera y velada...
¡Blues! Todo esto significa que, a pesar de sus influencias Gallagher, no suena
americano, ni siquiera inglés, suena Gallagher. Punto. Ha logrado a la
perfección lo que otros como Cream habían intentado en tiempos ancestrales:
introducir en el blues y el boogie esta noción de canción, estas melodías
variadas.
Todo
esto se refleja en "Photo-Finish". Arranca con fuerza con la
introducción de "Shin Kicker", un tema potente de este álbum, junto
con "Cruise on Out". No sorprende que estos dos temas aparezcan en el
siguiente sencillo promocional. "Brute Force and Ignorance" y su
swing a medio tiempo desbordante con su coro de guitarra estilo mandolina (o
mandolina electrificada, no lo sé) y, sobre todo, esa parte de cuello de
botella tan gruesa como un envoltorio de Astra.
El
excelente "Cruise on Out" es un auténtico Gallagher, en la línea
directa de "In Your Town" o su deslumbrante versión de "Bullfrog
Blues". Cara 2: la más memorable es la dinámica "The Last of the
Independents", con su ritmo alocado, salvaje y alocado. Una vez más,
Gallagher, con su sencillez y sentimiento, ha dado en el clavo... El tipo de
álbum que te gustaría tener en la puerta de casa cada mañana...
Philippe Lacoche

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