Ya está aquí. La noche más grande en Newry desde hace tiempo.
TASTE, el aclamado grupo internacional de origen irlandés, tocará en el Parochial Hall el próximo domingo por la noche.
Taste comenzó en Cork y sus alrededores como un grupo beat progresivo liderado por Rory Gallagher, que abandonó el mundo de las Showbands. Se forjó una leyenda en el poco tiempo que tocó en los clubes de esa ciudad, pero más adelante en su carrera contaba noches en las que su grupo hacía el largo y penoso viaje a Belfast sólo para volver a casa en su maltrecho carromato mostrando un beneficio de 5 libras por el trabajo de la noche.
Sin embargo, desde entonces se han convertido en una gran atracción en la escena internacional. Ya no tienen que recorrer 200 millas para tocar en un lugar que no es el suyo por poco o nada de dinero. Los Taste originales ya no existen. El bajista y el batería del primer grupo han sido sustituidos por ex miembros de Derek and the Sounds. John Wilson y Ritchie McCracken. Desde que estos dos hombres se unieron al genio que es Roryl Gallagner, el grupo ha saltado a la fama a un ritmo asombroso. Nunca han tenido un éxito en las listas de sencillos, pero sus LPs se venden en cantidades fenomenales: su On The Boards está considerado como uno de los mejores discos irlandeses de la historia. La mayor parte de su material es obra del guitarrista Rory Gallagher, que también canta y toca el saxo alto. Se le considera uno de los «grandes» de la escena actual en lo que a guitarristas se refiere. De hecho, una importante revista especializada británica dijo recientemente que «¡ir a ver a los Taste en Londres era como ir a la iglesia!». En los clubes de allí, cuando tocan los Taste reina el silencio. Gallagher tiene la habilidad de hacer que el público esté pendiente de cada una de sus palabras. Es un showman en el verdadero sentido de la palabra, pero es su música la que hace que el público vuelva en tropel a ver al trío.
El batería John Wilson se unió a Taste porque las restricciones musicales que le imponían los grupos irlandeses le resultaban frustrantes. Van Morrison, dice, fue el único con el que tocó y con el que pudo demostrar su propio tipo de «abandono controlado».
El bajista Ritchie McCracken se está consolidando como un instrumentista de primera clase, de hecho para tocar con los Taste ¿qué otra cosa podría ser?
Pregunte a cualquier joven local cuál es su grupo favorito y lo más probable es que Taste sea el más mencionado, lo sé, cada semana en la discoteca el grito es invariablemente por más Taste!!.
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